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martes, 24 de marzo de 2015

Con mi mano buena

Sophie cumplió 7 años!
Fiesta, torta, amiguitas, familia y fotos, muchas fotos para el recuerdo las cuales mientras repasaba el otro día me hicieron  entrar ligeramente en pánico! Es esa mi hija? Tengo una hija que luce casi como una pre-adolescente? No puede ser! Si yo apenas soy una niña!

He pasado varios dias reflexionando sobre los comentarios y saludos de amigos y familiares recordándome lo "grande que esta mi hija" y con una semi-sonrisa finjida acepto el saludo, leo y respondo con un triste: "Lo sé"
Yo tengo una mezcla de orgullo y pena, todo junto; porque verla crecer sana, feliz y bella es lo que cualquier madre espera y desea, ahora; verla crecer TAN RAPIDITO es otro cantar!
No puedo creer que ya pasa a 2do grado de Primaria, que ya tiene sus propios gustos y disgustos, sus amigas y sus opiniones!, me parece mentira no tener a mi baby chiquitita que jugaba conmigo todo el día (inserte lágrimas de desolación aquí)



La idea de verla crecer tan rápido no ha dejado de perseguirme noche y día... Esta mi bebe, mi niña, mi muñequita creciendo tan pronto ya?
Parece que es una realidad inevitable a la que ni su papá ni yo le podemos huír como quisiéramos! 
Me trato de consolar pensando: "Tengo 2 niñas más aún por criar y gozar y disfrutar aunque sea unos 5 años más antes de que entren también en esa tenebrosa etapa de "crecimiento". Pero el consuelo no me dura mucho, sigo deprimida con el hecho de empezar a perder a mi primera bebé y aunque me rehuso, me niego y me digo a mi misma que no estoy preparada, que eso no esta aún en mis planes, parece que la cruda y triste realidad me golpea cada vez que la veo frente al espejo practicando su peinado para el día o cuando la encuentro escogiendo que sweater va con que pantalón, parece que la pre-adelescencia pronto llegará y no hay nada que pueda hacer para evitarlo.
Limpiando mis lágrimas de madre adolorida un día mientras nos alistábamos las niñas y yo para salir, viene Sophia ("la hija que estoy perdiendo") muy preocupada porque había estado pintánsose las uñas con un set de manicure que alguien le regaló ("Muchas gracias") y me dice con su voz de mujer ocupada y de mundo: "Mami me puedes pintar la otra mano?. Ya me pinté esta mano con mi "mano buena" pero la otra mano me va a salir mal, me la puedes pintar porfavor?
Al ver lo que la "mano buena" había pintado sentí una urgencia de abarazarla muy fuerte junto a mi! 
Si esto es lo que "su mano buena" ha pintado, entonces no tengo nada que temer! 
Mi bebé es aún mi bebé. 
Y mientras siga soñando a ser grande y ha arreglarse como toda una chica adolescente pero en el fondo aún llore en las noches porque creyó ver un fantasma y me llame con su vocesita de 7 añitos quiere decir que todo esta bien, que todavía tengo algunos añitos más por disfrutarla en su etapa de niña y no de adolescente independiente.
A veces parece que crece muy rápido pero en el fondo aún necesita toda la ayuda de mamá. 
Verla crecer es una delicia, observar sus arranques de niña grande, ver como quiere ser "como mamá" hace mi corazón saltar de arriba a abajo con sentimientos de orgullo, alegría, nostalgia, dolor... todo junto! 
No es eso de lo que se trata ser mamá? Tener tu corazón exaltado con todos los cambios y vivencias de tus hijos? 
Con este post quería compartir mis sentimientos "desoladores" al ver crecer a mi niña y entrar a la "edad de la razón" lo cual puede ser aterrorizante en algunos aspectos, pero estoy completamente convencida que no hay amor más grande de padres a hijo que se refleje en dejarlos crecer libres! 
No importa cuanto te duela o cuanto no quieras aceptarlo, eso es simplemente egoísmo. 

El mejor regalo a tus hijos será respetar su individualidad y su derecho a volar!
Un padre no deja de ser padre porque un hijo vuele y encuentre su vida y rumbo, uno se convierte en un mejor padre y mejor ser humano cuando alimenta en este hijo su amor por la vida y su deseo por vivirla a su manera.

Natalia.

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